Actualmente existen en España más de 20.000 alumnos de entre 50 y 80 años en las Aulas de Mayores. Los programas desarrollados en ellas suelen durar entre 3 y 5 años.
Los alumnos de estas aulas suelen ser personas que por diversos motivos, no pudieron pisar la universidad en su día y ahora que tienen más tiempo libre, la mayoría son jubilados, tienen inquietudes por aprender, les mueve la curiosidad y el afán de superación.
Aunque todavía no existen aulas en toda España, sí que van en aumento debido a la fuerte demanda de estos cursos.
Según datos estadísticos elaborados por distintas Universidades, el alumnado que acude a estas Universidades es muy diverso; la edad de la mayoría de los estudiantes oscila entre los 55 y los 64 años. En su mayoría son mujeres, a excepción de algunas comunidades autónomas como Baleares donde el 78% de ellos son hombres mientras que en otras como Madrid y el País Vasco, la participación masculina no supera el 40%.
Los requisitos de acceso en general es el de la edad: haber cumplido los 55 años. Otros programas establecen otros requisitos de acceso como estar jubilado o desempleado.
Es una decisión muy positiva el poder acceder a ampliar y actualizar los conocimientos para poder adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos.
Yo personalmente lo he podido comprobar, aunque empecé a estudiar antes de los 55, de hecho obtuve la licenciatura de Ciencias Empresariales a los 53.
Fue la experiencia más gratificante de mi vida. Pude superar una depresión muy fuerte debido a un problema familiar, pasé de ser una persona dependiente e introvertida a ser una persona segura y con ganas de comerme el mundo.
Los beneficios de poder acceder a estas Aulas son incontables. Mejoran las relaciones intergeneracionales, mejoran la calidad de vida de las personas mayores a través de las relaciones que se establecen en el ámbito universitario etc.... además de mantener la actividad física y mental y reactivar las relaciones sociales y personales.
Los alumnos de estas aulas suelen ser personas que por diversos motivos, no pudieron pisar la universidad en su día y ahora que tienen más tiempo libre, la mayoría son jubilados, tienen inquietudes por aprender, les mueve la curiosidad y el afán de superación.
Aunque todavía no existen aulas en toda España, sí que van en aumento debido a la fuerte demanda de estos cursos.
Según datos estadísticos elaborados por distintas Universidades, el alumnado que acude a estas Universidades es muy diverso; la edad de la mayoría de los estudiantes oscila entre los 55 y los 64 años. En su mayoría son mujeres, a excepción de algunas comunidades autónomas como Baleares donde el 78% de ellos son hombres mientras que en otras como Madrid y el País Vasco, la participación masculina no supera el 40%.
Los requisitos de acceso en general es el de la edad: haber cumplido los 55 años. Otros programas establecen otros requisitos de acceso como estar jubilado o desempleado.
Es una decisión muy positiva el poder acceder a ampliar y actualizar los conocimientos para poder adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos.
Yo personalmente lo he podido comprobar, aunque empecé a estudiar antes de los 55, de hecho obtuve la licenciatura de Ciencias Empresariales a los 53.
Fue la experiencia más gratificante de mi vida. Pude superar una depresión muy fuerte debido a un problema familiar, pasé de ser una persona dependiente e introvertida a ser una persona segura y con ganas de comerme el mundo.
Los beneficios de poder acceder a estas Aulas son incontables. Mejoran las relaciones intergeneracionales, mejoran la calidad de vida de las personas mayores a través de las relaciones que se establecen en el ámbito universitario etc.... además de mantener la actividad física y mental y reactivar las relaciones sociales y personales.